Consejos para el Cuidado del Limonero

El Limonero es un árbol cítrico frutal de hoja perenne grande y dentada que puede llegar a medir entre 4 y 5 metros de altura y vivir unos 70 años.

Es una planta mediterránea que trajeron los árabes a la península para la decoración de nuestros jardines.

Su fruto, el limón, de color amarillo intenso, es muy utilizado en nuestra gastronomía y goza de amplias propiedades curativas y estéticas, siendo también una gran fuente de vitamina C. Tiene una forma ovalada con una cáscara gruesa y porosa.

La recolección de dichos frutos debe realizarse con las manos y con ayuda de unos alicates, evitando dar tirones para no dañar la planta. Es recomendable no recoger los frutos en ambientes húmedos, por lo que si hay niebla o aún conservan el rocío de la mañana, esperaremos a que desaparezcan para comenzar a trabajar.

El limonero tiene un tronco muy ramificado con ramas que poseen unas espinas duras y gruesas como sistema de defensa. Sus hojas son grandes y sus flores blancas (conocidas como flores de azahar) desprenden un intenso y agradable olor.

Existen numerosas variedades pero la más común de nuestra zona es el limonero lunero con floración y recolección continua durante gran parte del año.

Cuidados y consejos

El limonero es un árbol que necesita mucha luz y bastante humedad. Requiere una tierra rica en materia orgánica, permeable y con un pH neutro.

Plantación y trasplante. Es aconsejable realizarlo entre los meses de marzo y septiembre para que no sufra las bajas temperaturas.

Riego y abonado. Debe ser abundante durante todo el año. En invierno se regará cada tres días y en verano lo regaremos casi a diario. En cada riego es aconsejable añadir un abono rico en macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio) y micronutrientes. Comenzaremos a fertilizar en la segunda floración (Esto es muy importante para que nuestro limonero nos dé frutos, lo vuelvo a repetir, comenzar a abonar en la segunda floración). El abonado se realizará desde marzo hasta septiembre, aumentando progresivamente la cantidad cada mes. Lo haremos en cada riego con cuidado de no sobrepasar los doscientos gramos de abono por cada cien litros de agua. Esta actividad contribuye a solventar las carencias nutricionales (cinc, magnesio o hierro) que puede experimentar el limonero. La mejor época para compensar déficits, sobre todo el de hierro, es la primavera.

Temperatura. El limonero es un árbol que no tolera el frío y el viento, por lo que será necesario protegerlo de las heladas en invierno, sobre todo a los ejemplares jóvenes.

Poda. Se realizará en primavera, la cual no deber ser muy excesiva en los primeros años de cultivo. Es aconsejable eliminar ramas secas y despejar el follaje interior para que entre mejor la luz al interior de la planta.
Plagas y sus tratamientos. La principal amenaza que puede sufrir nuestro limonero es el Minador (Phyllocnistis citrella). Cuando detectemos hojas afectadas, debemos arrancarlas y eliminarlas. Nunca tirarlas al suelo ni compostarlas pues el insecto sigue alimentándose de esa hoja.

Un método ecológico muy efectivo es tratar nuestro limonero con Aceite de Neem mediante el riego, siendo la dosis de 3 a 5 ml por litro dependiendo de la gravedad de la plaga. También puedes usar Bacillus thuringiensis, la bacteria que se alimenta de orugas.

Otro método efectivo y muy utilizado son las trampas cromáticas, ya que al minador le llama la atención el color amarillo, incluso podemos añadir feromonas para atraerlos más fácilmente.
También caben destacar la araña roja, cochinillas, pulgones y la mosca blanca, como otras plagas que deberemos tratar con los productos fitosanitarios específicos para cada una de ellas.